Pues os cuento nuestra primera experiencia en Aditi y en este mundo.
No hace mucho, en casa una noche, le plantee a mi mujer acudir por primera vez a un local liberal. Mi sorpresa fue cuando ella me dijo “vale, porque no, puede ser divertido”. Tras hablar del tema y leer muchos comentarios en este foro, nos planteamos acudir a Aditi dadas las buenas referencias que vimos por internet de este sitio, y sin fijarnos expectativas sobre lo que haríamos, tan solo disfrutar de nosotros mismos e ir sobre la marcha, según nos fuéramos sintiendo en cada momento y las situaciones que surgiesen. Fijamos el día D y hora H (finales de julio).
Fuimos un viernes porque habíamos leído que podía ser el mejor día para iniciarse al no haber tanta gente como puede haber un sábado. Llegamos sobre las 12 de la noche. Mi mujer estaba algo nerviosa al entrar, pero el que realmente iba taquicárdico perdido era yo.
Llamamos al timbre y nos recibe una chica. Nos pregunta si conocemos el local, y al decirle que no, que es nuestra primera vez, nos pide que esperemos en la recepción un momento. Se marcha y unos segundos después vuelve con un pequeño plano, y nos explica que normalmente hacen un tour enseñando las instalaciones pero que en ese momento había bastante gente y que no era posible. Sobre el plano nos señala las zonas y nos explica las normas.
Tras pagar entramos y había bastante gente, sin llegar a estar el local lleno, siendo nuestra primera y grata sorpresa sobre todo la cantidad de gente joven que había, con una media de edad de unos 35 años, aproximadamente igual que la nuestra. También había algunas parejas más mayores que rondarían los cincuenta y otros de veintitantos.
Tras tomar una copa en la barra, nos fuimos a los vestuarios, nos quedamos en ropa interior (mi mujer con un modelito superexplosivo comprado para la ocasión) e hicimos nuestro propio tour viendo todas las instalaciones. A esas alturas ya estábamos algo más tranquilos, pues nos dimos cuenta del buen ambiente que se respiraba y de que allí todo el mundo estaba a lo mismo, y con total naturalidad. En las zonas de parejas aún no había mucha actividad.
Tuvimos sexo entre nosotros en la cama gigante que hay en la zona de parejas nudista, en la que solo había una pareja montándoselo. Tras un rato nos fuimos a la barra a tomar la segunda copa, donde había un grupo de tres chicos solos. Uno de ellos se puso tras mi mujer y comenzó a rozarla disimuladamente con la mano estando de espaldas a ella, pero sin decir absolutamente nada ni tan siquiera mirar, con una actitud sobrada y típica de baboso de discoteca a las cinco de la mañana. Dado que la actitud de esta persona resultaba incomoda, no sé, era de esperar algo más de cachondeo sutil, que dijera algo, al menos presentarse, tras finalizar la copa nos fuimos a la zona de reservados para parejas, donde había varias parejas haciéndolo, y en donde entramos y estuvimos mirando. Yo mientras tanto le metía mano a mi mujer, ella empezó a calentarse, me echo mano al paquete y comenzó a masturbarme junto a una cama en la que había dos parejas haciéndolo. Seguidamente nos asomamos a otro reservado y al ver que no había nadie entramos y nos pusimos a hacerlo nosotros, dejando el acceso libre. Mientras lo hacíamos bastantes parejas se asomaban y permanecían durante unos momentos mirando. Mi mujer me dijo después que esta situación la puso muchísimo, y a mí también, estar follando mientras otras personas nos miraban. Creo que nadie se acercó y se puso junto a nosotros porque nos pusimos en unas posturas que prácticamente ocupábamos todo el colchón.
Luego, tras finalizar nos sentamos a descansar un rato en el sofá de la zona nudista, frente a la cama gigante, donde estuvimos charlando sobre cómo nos iba la noche. Estando allí sentados vimos como una pareja joven que estaba frente de nosotros nos miraba constante y fijamente, pero no tuvimos contacto con ellos porque eran ya sobre las tres de la madrugada y pensamos que ya era tarde para iniciar algún contacto, a lo que también hay que añadir nuestra inexperiencia en este ambiente.
Tras vestirnos y marcharnos del local, camino a casa fuimos hablando de lo vivido y he de decir que nos ha encantado la experiencia, aunque yo personalmente no lo disfruté como esperaba debido al nerviosismo que sentía por ser la primera vez, que volveremos próximamente cuando podamos de nuevo, y que en esa próxima ocasión ambos estamos de acuerdo en que nos gustaría tener contacto con otras parejas e interactuar con ellas. Por supuesto al llegar a casa echamos el polvo fin de fiesta. Jajaja.
En conclusión, experiencia recomendable, para repetir. Es de destacar el respeto que existe. A nosotros nos faltó tener contacto con alguna pareja y haber interactuado, quizá al ser nuestra primera vez y por los nervios que llevábamos nos faltó soltura para conocer a alguien, o no supimos movernos bien por las diferentes zonas en cada momento a fin de tener contacto con otras parejas, por eso a pesar de que lo pasamos genial, nos supo a poco, esperamos repetir y que la próxima vez sea mejor.